![]() |
Hechos 5:29 |
“Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de
Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando
subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma
que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo
amado; en ti tengo complacencia.” Marcos 1:9-11
En la vida obedecemos a un
montón de personas, a nuestros padres, abuelos, tíos, a nuestros maestros,
jefes de trabajo, a nuestro cónyuge, etc., también obedecemos a nuestras
emociones, la ira, el temor, la alegría, etc.
Prácticamente obedecemos
toda la vida en diferentes formas. Seguramente hemos aprendido, que, no
obedecer tiene consecuencias no favorables, sobre todo cuando fuimos niños.
También hemos aprendido
que a veces obedecer, no tiene buenas consecuencias; esto es porque a las
personas que obedecemos son humanos y se equivocan. O porque nos dejamos
emocionar y luego nos arrepentimos.
Sin importar que creamos
si obedecer es bueno o malo, invariablemente la mayoría de nosotros mismos,
damos órdenes a otros, sobre todo a los hijos, familiares, o en el trabajo,
etc. ¿Por qué? Porque entendemos de la importancia de obedecer, nos hace más
humildes, es aceptar que no todo lo sabemos.
Pero cuando se trata de
Dios, de nuestro creador, nos cuesta tanto trabajo obedecerlo. Incluso lo
cuestionamos, ¿por qué tengo que perdonar?, ¿por qué tengo orar?, ¿por qué
tengo que leer la Biblia?, ¿por qué debo ir a la iglesia? Irónicamente, le
cuestionamos a Dios todo. Y digo irónicamente porque, Dios no falla, Él es
perfecto, no tenemos porque dudar de su consejo, Dios no se equivoca.
Aprendamos de Jesús, Él no
tenía porque bautizarse, a diferencia de nosotros, Él no tenía nada de qué
arrepentirse, pero no cuestionó al Padre, no el dijo ¿por qué yo, si me he
portado bien? ¿Qué he hecho para merecer esto? Jesús entendía perfectamente que
obedecer la voluntad de su Padre era lo mejor. Entonces fue y se bautizó.
Simplemente obedeció.
Podemos obedecer a quien
queramos, a los hombres, a las emociones o a Dios. ¿A quién quieres
obedecer?
Amenazaron de meter a la
cárcel a los discípulos de Jesús, para que no hablaran más acerca de la buena
noticia de Dios. “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario
obedecer a Dios antes que a los hombres.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por escribir