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Sin duda alguna la prudencia de un hombre debe estar basada en Dios |
En su pintura: “Alegoría de la
prudencia”, Titiano el artista veneciano del siglo XVI, presento la prudencia
como un hombre de tres cabezas.
Una de las cabezas era de un
joven de cara al futuro, otro era de un hombre maduro mirando el presente, y el
tercero era de un anciano sabio mirando intensamente el pasado.
Encima de sus cabezas, Titiano
escribió una frase en latín que significa: "Del ejemplo del pasado, el hombre del
presente actúa con prudencia para no poner en peligro el futuro".
Necesitamos esa clase de
sabiduría para vencer la ansiedad creada por nuestros fracasos pasados y el
temor de repetirlos en el futuro, una ansiedad que nos impide vivir plenamente
ahora.
Pablo pudo "olvidar"
su pasado y esperar su futuro (Filipenses 3:13-14). Eso no significa que su
memoria se haya borrado; significa que Pablo era libre de toda culpa o el
orgullo que puede haber sentido por sus acciones pasadas porque Dios lo había
perdonado.
Esta actitud lo capacitó para
vivir en el presente y proseguir "hacia la meta para obtener el premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". O sea que él tenía una
pasión impulsora: conocer mejor a Cristo.
Ahora dediquemos nuestra vida de nuevo a Cristo. Jesús nos va a
capacitar para vivir plenamente en el presente al tiempo que obtenemos sabiduría
del pasado y encaramos el futuro con valor.
No permitas nunca que un triste
pasado ensombrezca un futuro brillante.
Porque las cosas viejas
pasaron... he aquí todas son hechas nuevas!!!
Filipenses
3:14,17
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Hermanos, sed imitadores míos...
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Hermanos, sed imitadores míos...
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